En una colmada Plaza de Mayo, y alrededores de la misma, y con una militancia que acompañó en gran número a pesar de la lluvia, Cristina Fernández brindó un discurso con importantes definiciones, en ocasión de conmemorarse 20 años de la asunción de Néstor Kirchner en la presidencia de la Nación.
Expresando su pertenencia al pueblo y llamando a convocar a diversos sectores políticos, la vicepresidenta recordó la situación del país al asumir Néstor Kirchner en 2003, con el pago de la deuda y cuatro años de gobierno que pusieron de pie al país, asimismo repasó sus 8 años al frente de gobierno, donde, por ejemplo, no solo se achicó la deuda externa sino que los trabajadores y trabajadoras tenían los mejores sueldos de Latinoamérica.
Otro importante punto abordado fue rediscutir el acuerdo con el FMI porque, dijo, «si no logramos que sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, industrialización e innovación tecnológica va a ser imposible pagarlo, por más que digan lo que digan», responsabilizando a quienes hoy presentan fórmulas mágicas (Juntos por el Cambio) pero que fueron quienes endeudaron al pueblo argentino en miles de millones de dólares.
Con profundas críticas a la Corte Suprema, a la que tildó de «mamarracho indigno», llamó a los partidos políticos a trabajar por una Corte acorde a lo que debería representar.