La falta de inversión golpea directamente a la gente

Se siente el desabastecimiento de gas en Argentina. Estaciones de GNC, fábricas, industrias y, en muchos lugares, domicilios particulares se quedaron sin este servicio esencial.

Argentina continúa sufriendo la falta de inversión, el tan mentado superávit fiscal es a costa de no pagar, de no invertir, de saquear recursos provinciales y de tomar deuda, hechos que hasta ahora no habían golpeado de lleno en un sector de la sociedad. La novedad fue que con las bajas temperaturas en varias localidades se cortó el suministro de gas, generando protestas en todo el país.

Lo cierto es que desde la asunción de Javier Mieli se liberaron los precios y la tarifa de gas se incrementó casi un 1500%, las inversiones no llegan y las empresas -a las que el Estado no controla- tampoco hacen obras necesarias para asegurar el servicio.

En diciembre de 2023 el promedio de las tarifas de gas no superaba los 5.000 pesos, con un máximo que ascendía a 10.574. Con la última actualización tarifaria, la factura promedio de gas en el país estuvo cerca de los 50.000 en junio, y hasta registró zonas donde se superaban los 100.000 para los distintos usuarios. En la actualidad, un hogar de ingresos altos (N1) abona 61.220 en promedio por mes, con ajuste por estacionalidad. A su vez, la factura promedio del país para un usuario N2 (hogares de bajos ingresos) es de 46.674 mientras que para un usuario N3 (hogares de ingresos medios) es de 51.752.

Un ejemplo claro es lo que ocurre con las estaciones de GNC, que por segundo año consecutivo deben interrumpir la carga, producto del desabastecimiento por el alto consumo debido a las bajas temperaturas.

Lo mismo ocurrió en varias industrias, ya afectada por la crisis económica y el bajo consumo, que debieron parar su producción.